El instalador autorizado o instaladora autorizada certifica que la instalación particular indicada más arriba está terminada y cumple las condiciones técnicas y las prescripciones de la normativa que son de aplicación, en especial, la normativa antes mencionada. Asimismo, certifica que se han hecho los ensayos, las pruebas y las mediciones exigidas por la normativa aplicable con un resultado satisfactorio y que los materiales y las ventilaciones cumplen con la reglamentación vigente.
La empresa firmante se hace cargo, por un plazo de un año, a contar desde la fecha indicada más abajo, de cualquier deficiencia de la instalación hecha que sea atribuible a una mala ejecución, así como de toda consecuencia que se derive.